Por desgracia, algunas personas se enfrentan a situaciones en algún momento de su vida que amenazan su estabilidad vital, su integridad o la de sus seres queridos. Estas situaciones ponen a prueba su capacidad de afrontamiento, llevándolas al límite.
Algunas de estas situaciones pueden ser más comunes, como un despido, una separación, ciertas enfermedades o el fallecimiento de un ser querido; sin embargo, pese a ser relativamente comunes no siempre resultan sencillas de afrontar a quienes las padecen, que con frecuencia se sienten indefensos, “rotos” o desbordados por la situación.
Otras personas experimentan situaciones más extraordinarias y que pueden resultar extremadamente traumáticas, como pueden ser las guerras, los ataques terroristas, los desastres naturales, lesiones graves e inesperadas, fallecimientos súbitos o difíciles de comprender de seres queridos, maltrato o abuso sexual, etc.
Cuando esto sucede, nuestra percepción de seguridad se quiebra y comenzamos a desconfiar de nosotros mismos, de las personas que nos rodean o de nuestro entorno. Ante esto, algunas personas experimentan una gran tristeza o desesperanza, sienten ansiedad o tienen la sensación de que están en peligro. A veces, las imágenes o pensamientos sobre lo sucedido las acompañan continuamente y les impiden llevar una vida normal. Otras personas son capaces de adaptarse a lo sucedido e integrarlo dentro de su historia vital, de modo que no les suponga un problema a largo plazo. En realidad, distintas personas tendrán modos diferentes de reaccionar ante lo sucedido y lo que debemos determinar es si estamos consiguiendo avanzar con nuestra vida y nuestros objetivos o si por el contrario el sufrimiento nos consume o nos paraliza.
Si has pasado por alguna situación que te haya ocasionado un gran sufrimiento o te haya resultado difícil de asumir o aceptar, puedes pedir ayuda profesional para que te ayude en este proceso. Esto es especialmente importante si, transcurrido un tiempo razonable, observas que continúas sintiéndote mal, teniendo dificultades para hacer tu vida normal o si notas que este tema se está convirtiendo en el centro de tu vida y desplazando otras cosas que eran importantes para ti. En cualquiera de estos casos, un profesional puede ayudarte a hacer frente a la situación y a adaptarte a lo sucedido de una manera que sea saludable para ti.